Estimado instalador Reconeyez,

Probablemente crees que tu trabajo es duro, con todas las instalaciones del viernes por la tarde bajo la lluvia y el eventual cliente gruñón. Pero créeme, es fácil si lo comparas con los veteranos Reconeyez hemos pasado en los controles de las fronteras de «antaño».

Por aquel entonces teníamos que enfrentarnos a cualquier tipo de ambientes hostiles y a situaciones potencialmente peligrosas.

La presencia de armas era una de las cosas más difíciles a las que nos tuvimos que acostumbrar. En muchas regiones en las que se instalaban soluciones con guardias fronterizas durante años, la expectativa de vida de un ingeniero con aspecto europeo sin vigilancia no solía ser muy larga.

Por suerte, los clientes (normalmente) contaban con sólidas medidas de seguridad, asegurando la instalación de sistemas de cámaras sin pérdidas humanas. Pero hubo momentos en los que las cosas podrían haber ido de una forma bastante más trágica. En más de una desafortunada ocasión, la instalación de detectores de familiares en zonas fronterizas restringidas provocó que recibiésemos fuego amigo. Eso consiguió poner a prueba nuestros nervios. Y, en una ocasión, las cámaras instaladas registraron el movimiento de un grupo de personas hostiles armadas con AK-47 solo menos de una hora después de que los ingenieros habían dejado el lugar. Eso podría haber terminado muy mal.

También hemos luchado contra las exóticas flora y fauna locales. Tuve que hacer una instalación en una ciénaga tropical a 45 ºC/113 ºF con un grupo de enérgicos cocodrilos esperando a que me resbalase en su plato para cenarme. Y una vez escuché un extraño sonido metálico volviendo de la jungla en la que había tenido que instalar un detector, para descubrir el enorme ovillo de una serpiente venenosa a la altura de mi cabeza. Ni siquiera había entendido cuál era el peligro real hasta que todos los lugareños comenzaron a escapar, gritando algo como «macabro negro».

Sí, instalar Reconeyez para clientes privados es coser y cantar, ¡en comparación con lo que los ingenieros instaladores de guardias fronterizas tuvieron que soportar en su momento!

Y no quiero ni hablar del calor y la deshidratación con la que tuvimos que combatir en el desierto. ¡Es un milagro que hayamos salido vivos!

Pero a pesar de todo, hay algo seguro: el confiable sistema de vigilancia Reconeyez. No importa lo hostil que sea el ambiente, las cámaras nunca nos han fallado. Y aunque podamos haber tenido que abandonar nuestras tabletas en el Jeep en más de una ocasión (oops), siempre hemos conseguido hacer el trabajo.

Así que la próxima vez que se te resista una instalación particularmente difícil, recuerda: podría ser peor.

Cordialmente,

El Instalador (no mi nombre real)